«Fake news» en salud: lucha contra la desinformación en la red
La posibilidad de acceder a información se ha revolucionado en los últimos años con la llegada de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) donde, en el rango etario de 16 a 74 años, el 72,1% de las mujeres y el 60,3% de los hombres buscan información sobre temas de salud. Sin embargo, esta accesibilidad a las TIC no está exenta de riesgos como pueden ser la sobrecarga informativa o las fake news.
Por eso, los doctores Ricardo Enrique Reolid Martínez, María Flores Copete (médicos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria) y Pedro Landete Rodríguez (facultativo especialista de Neumología) abordan los riesgos que acarrean las fake news en el nº 5 de la revista de actualidad respiratoria A Todo Pulmón.
El paciente empoderado
El paciente quiere ser partícipe y busca información en la red sobre sus síntomas. Los profesionales podemos encontrar grandes beneficios en esta nueva práctica, sobre todo cuando se trata de pacientes que sufren enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o la epoc, en las que el autocuidado es importante. No obstante, este fácil acceso a la información por parte de los pacientes a través de las redes sociales puede llevarles a contenidos de escaso rigor científico o, directamente, fake news.
Cómo reconocer las fake news
El análisis y la forma de presentación de una noticia o publicación son claves para poder reconocer la veracidad de la misma. Una de las principales características de las fake news es la ausencia de autoría de la publicación ya que se escudan en el anonimato para emitir la información falsa. En el artículo completo de la revista nº5 de A Todo Pulmón podréis descubrir todas las características de las fake news.
Estrategias frente a las fake news
Las instituciones han considerado la necesidad de lanzarse a canales de las TIC para luchar contra la desinformación. El Ministerio de Sanidad, las consejerías autonómicas, las diversas organizaciones colegiales y las sociedades científicas serían solo algunos ejemplos de estas instituciones. Enseñar a reconocer fuentes fiables de información debe ser una prioridad por parte de las instituciones y organizaciones colegiales.
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