El XX Encuentro Anual de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea (SESOC) ha puesto de relevancia las novedades más destacadas en conjuntivitis alérgica, una enfermedad de prevalencia creciente que afecta tanto a niños como a adultos y que provoca un importante deterioro de su calidad de vida y, en ocasiones, daños visuales irreversibles1.

La conjuntivitis alérgica consiste en una inflamación , intermitente o continua, de la conjuntiva de origen alérgico. Afecta a personas sensibilizadas a alérgenos tales como pólenes de plantas y árboles, ácaros del polvo, mohos, epitelios de animales, o sustancias en el ambiente laboral. Los especialistas señalan que con frecuencia está infradiagnosticada (hay estudios que cifran hasta en un 40% su prevalencia2) y, en consecuencia, infratratada3.

En el marco de esta importante cita, Faes Farma ha patrocinado el simposio ´Abordaje multidisciplinar de la Alergia Ocular: Colirios. ¿Con, sin, por qué, para qué?´, espacio donde se han expuesto, de la mano de renombrados especialistas a nivel nacional e internacional, las actualizaciones más destacadas sobre esa patología del ojo.

El elenco de expertos participantes en esta sesión lo han conformado: Andrea Leonardi, presidente de la Sociedad Italiana de Uveítis y Enfermedad Inflamatoria Ocular, quien ha inaugurado la sesión; Ruperto González, alergólogo en el Hospital Universitario de Canarias y presidente del Comité de Rinoconjuntivitis de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), quien ha centrado su ponencia en el manejo clínico de la rinoconjuntivitis alérgicaMª Cesárea Sánchez, especialista en Alergología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, e impulsora del Documento Español de Consenso en Conjuntivitis Alérgica (DECA) de la SEAIC, quien ha abordado las novedades centradas en las guías de tratamiento, y Jesús Montero, Jefe de la Unidad de Superficie Ocular del citado hospital sevillano, quien ha profundizado en el binomio alergia ocular y ojo seco. Por su parte, el alergólogo Ignacio Jáuregui Presa, del Hospital Universitario Cruces de Bilbao, ha cerrado el evento con un resumen de las conclusiones del simposio.

El binomio conjuntivitis alérgica y ojo seco puede afectar hasta a un tercio de los españoles

Al mismo tiempo que la conjuntivitis alérgica se relaciona con la rinoconjuntivitis alérgica (RA), también lo hace con el síndrome de ojo seco. Los especialistas explican que este síndrome ocurre cuando la película lagrimal (la fina capa de líquido a base de agua, mucina y grasa que hidrata y protege la córnea y la conjuntiva) es inestable o de calidad insuficiente para mantener los ojos bien hidratados. Y afirman que la alergia ocular y el síndrome de ojo seco son los trastornos más frecuentes de la superficie del ojo (pueden afectar por separado a un tercio de los españoles), los dos con un impacto potencial grave en la calidad de vida, y pueden coexistir y solaparse. De hecho, la primera condición puede ser un factor de riesgo para la segunda4.

“El ojo seco engloba una amplia gama de causas, entre las que podemos encontrar la alergia ocular. La inflamación crónica o relativamente persistente de la conjuntiva que la alergia ocular provoca en nuestros pacientes, junto al inevitable uso de fármacos para su control sintomático (algunos de ellos tóxicos tanto por su acción como por su composición al requerir el uso de conservantes), terminan por alterar la estructura tisular y sus glándulas de secreción, dando lugar a una disfunción de todo el sistema que da lugar a lo que denominamos ojo seco. Su incidencia en los casos de pacientes con alergia ocular va a ir subiendo progresivamente con la edad, resultado casi en el 100% en atópicos por encima de los 35 a 40 años si usamos fármacos con conservantes como el cloruro de benzalconio y el tipo de mecanismos implicados”, asegura el especialista en superficie ocular, el Dr. Jesús Montero.

Enfoque de las nuevas líneas de tratamiento: eliminar conservantes, garantizar la máxima esterilización, preservar la hidratación del ojo y facilitar la convivencia con las lentillas

Actualmente, los colirios (como, por ejemplo, los antihistamínicos) son las formas farmacéuticas más empleadas para la administración tópica de sustancias activas. Los requerimientos de estos preparados son la esterilidad (asegurar ausencia de contaminación microbiana), la tolerancia (que sean compatibles con la superficie ocular sin causar daño al ojo) y la permanencia (que las concentraciones terapéuticas del fármaco se mantengan durante el tiempo necesario en los tejidos diana).

«Los colirios juegan un papel fundamental en el tratamiento de las afecciones oculares del segmento anterior. Los fármacos administrados a nivel tópico ocular han demostrado mayor eficacia y menos efectos adversos que cualquier otra vía de administración», apunta la Dra. Sánchez.

Para los especialistas participantes en el simposio, el problema es que, para mantener la esterilidad y la tolerancia, la mayoría necesitan contener en su composición una serie de excipientes, incluyendo conservantes con efecto tensioactivo que, a la larga, en procesos crónicos como lo suele ser la conjuntivitis alérgica, pueden desestabilizar la película lagrimal y llegar a dañar el ojo provocando o agravando un síndrome de ojo seco preexistente5,6,7.

Las nuevas líneas de tratamiento en los colirios antihistamínicos persiguen el abordaje de las alergias oculares a través de diferentes mecanismos que optimicen el alivio y reduzcan los efectos secundarios, con el foco en preservar la película lagrimal y reducir al máximo la deshidratación del ojo8.

Los especialistas participantes coinciden: “Los propios principios activos son nuevos antihistamínicos no sedantes, potentes, limitando su acción a la superficie ocular,con mínima absorción sistémica, y sin actividad anticolinérgica que pueda contribuir a la deshidratación del ojo. La tendencia actual es evitar los conservantes en su formulación, lo cual puede hacerse mediante envases multidosis de última generación, provistos de sistemas de filtración esterilizante que evitan la contaminación del contenido. Por otro lado, algunos nuevos colirios antihistamínicos previenen también el problema potencial de los depósitos corneales de calcio evitando estrictamente el uso de tampones fosfato para la corrección del pH. La formulación oftálmica de bilastina, que estará disponible en los próximos meses, añade, además, ácido hialurónico para mantener la hidratación natural de la superficie ocular”.

Adicionalmente, los nuevos tratamientos buscan facilitar su convivencia con las lentillas. Oftalmólogos y alergólogos coinciden en que la conjuntivitis alérgica irrita, enrojece e inflama la superficie ocular, y aumenta la producción de lágrimas y de mucina, en forma de legañas.

Para ellos, “las lentillas son un objeto extraño al ojo, que puede incrementar la irritación del ojo alérgico, añadir contaminación bacteriana o vírica, e incluso provocar una reacción de cuerpo extraño, con formación de papilas gigantes en el interior de los párpados, complicando mucho el tratamiento de la conjuntivitis alérgica. Para disminuir el riesgo de estas contingencias, es fundamental que los colirios empleados en el tratamiento de la conjuntivitis alérgica tengan una formulación lo más parecida posible a la película lagrimal, en términos de viscosidad, pH, osmolaridad, etc.; que carezcan de efectos anticolinérgicos, propiciadores de mayor sequedad de la superficie ocular y que tengan propiedades lubricantes naturales, como las del ácido hialurónico9”.

  1. Beatriz Vidal Villegas 1, Jose Manuel Benitez-Del-Castillo. Current Knowledge in Allergic Conjunctivitis. Turk J Ophthalmol. 2021 Feb 25;51(1):45-54. doi: 10.4274/tjo.galenos.2020.11456.
  2. Nofar Kimchi, Leonard Bielory. The allergic eye: recommendations about pharmacotherapy and recent therapeutic agents. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2020 Aug;20(4):414-420. doi: 10.1097/ACI.0000000000000669.
  3. Mario La Rosa, Elena Lionetti, Michele Reibaldi, Andrea Russo, Antonio Longo, Salvatore Leonardi, Stefania Tomarchio, Teresio Avitabile, Alfredo Reibaldi. Allergic conjunctivitis: a comprehensive review of the literatura. Ital J Pediatr. 2013 Mar 14;39:18. doi: 10.1186/1824-7288-39-18.
  4. Edoardo Villani, Giovanni Rabbiolo, Paolo Nucci. Ocular allergy as a risk factor for dry eye in adults and children. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2018 Oct;18(5):398-403. doi: 10.1097/ACI.0000000000000471.
  5. Bilbao Laiseca A. Panorama Actual Med. 2018; 42(414).
  6. Walsh K and Jones L. The use of preservatives in dry eye drops Clin Ophthalmol. 2019;13:1409-25. Published online 2019 Aug 1. doi: 10.2147/OPTH.S211611
  7. So-Hyang Chung, Su Kyung Lee, Stephen M Cristol, Eun Suk Lee, Dong Wook Lee, Kyoung Yul Seo, Eung Kweon Kim. Impact of short-term exposure of commercial eyedrops preserved with benzalkonium chloride on precorneal mucin. Mol Vis. 2006 Apr 26;12:415-21.
  8. Kimchi, Nofar; Bielory, Leonard. The allergic eye: recommendations about pharmacotherapy and recent therapeutic agents. Current Opinion in Allergy and Clinical Immunology 20(4):p 414-420, August 2020. | DOI: 10.1097/ACI.0000000000000669
  9. Leif Hynnekleiv, Morten Magno, Ragnheidur R Vernhardsdottir , Emily Moschowits, Kim Alexander Tønseth, Darlene A Dartt, Jelle Vehof, Tor P Utheim. Hyaluronic acid in the treatment of dry eye disease. Acta Ophthalmol. 2022 Dec;100(8):844-860. doi: 10.1111/aos.15159. Epub 2022 May 5.

MDIG-1-000210-2023