La ecografía pulmonar (EP) es una técnica de diagnóstico que ha ganado interés creciente debido a su seguridad, eficacia e inocuidad demostrada en diversos entornos clínicos. Es una herramienta complementaria en constante evolución, especialmente útil en Atención Primaria, para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades respiratorias.
En vista de la gran diversidad de patología pulmonar que podemos identificar, es importante mantener un entrenamiento constante. La literatura parece afirmar que el examen pulmonar sistemático, las habilidades técnicas y los hallazgos aumentan con la experiencia y el adiestramiento, disminuyendo el tiempo de exploración y la variabilidad interobservador. La EP difiere de otros exámenes en que la interpretación de las imágenes y el reconocimiento de las enfermedades se basan en el análisis de los artefactos sonográficos.
Además, la pandemia de COVID-19 ha destacado el papel de la EP como una técnica de diagnóstico de primera línea. Ha sido instrumental en el apoyo al diagnóstico clínico de neumonía por COVID-19, permitiendo evaluar la gravedad potencial de los pacientes y seguir la evolución de las lesiones pulmonares. También ha sido útil para descartar o diagnosticar complicaciones graves como miocarditis, sobreinfección bacteriana o embolismo pulmonar.
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