Las nuevas tecnologías están transformando el diagnóstico y control de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Aunque la espirometría ha sido fundamental en este campo, presenta limitaciones importantes, como variabilidad intra e interpacientes y una capacidad limitada para detectar cambios tempranos en la enfermedad.
Estudios como TORCH y UPLIFT han revelado que la pérdida anual de la función pulmonar medida por el volumen espiratorio en el primer segundo (FEV1) puede ser relativamente pequeña, lo que limita la sensibilidad de la espirometría para detectar cambios sutiles en la función pulmonar. Si la disminución anual del FEV1 es menor que la diferencia reproducible aceptada entre maniobras (generalmente 150 mL), la utilidad de las espirometrías seriadas en la evaluación de la progresión de la enfermedad o la respuesta al tratamiento es limitada.
Uno de los problemas más importantes radica en la propia definición y caracterización de la EPOC, que sigue basándose en gran medida en la función pulmonar. Seguimos lejos de una definición óptima, y posiblemente bajo el paraguas de EPOC se incluyen entidades patológicas muy diferentes. Tal vez estemos hablando de un grupo de enfermedades que suceden como consecuencia de la respuesta exagerada, debido a una carga genética particular, ante irritantes inhalados de forma más o menos continua.
Para más información sobre las nuevas tecnologías en el diagnóstico y control de la EPOC accede al artículo completo de la revista en actualidad respiratoria A todo Pulmón nº15, disponible para todos los usuarios registrados en la plataforma de profesionales de la salud.