Dada la prevalencia significativa de hipovitaminosis D1 en España, hay un creciente llamado de expertos para considerar la fortificación generalizada de ciertos alimentos clave en la dieta con vitamina D, similar a las prácticas ya establecidas en países del norte de Europa2.

La recomendación de algunos expertos de monitorear los niveles de vitamina D cada 3-4 meses, especialmente en casos de asma, obesidad, diabetes, COVID-19 y situaciones de baja exposición solar, entre otras condiciones, podría desempeñar un papel crucial en las iniciativas de promoción de la salud dentro de las empresas3.

La vitamina D opera como un sistema hormonal con un sistema endocrino propio, denominado Sistema Endocrino de la Vitamina D (SEVD), que presenta un mecanismo de regulación complejo. Este sistema modula la expresión de más del 3% de todos los genes del organismo4. Entre sus funciones, se destacan la regulación de la absorción del calcio, la mineralización ósea, la respuesta inmune tanto innata como adquirida, la inflamación y la reparación tisular, la expresión de renina, así como la secreción y la sensibilidad de la insulina5,6.

La deficiencia de 25-hidroxivitamina D representa un problema de salud significativo a nivel global, afectando a más de la mitad de la población, incluyendo niños, jóvenes, adultos, mujeres postmenopáusicas y personas mayores7. En España, se ha observado que entre el 80% y el 100% de las personas mayores de 65 años presentan concentraciones de 25(OH)D por debajo de 20 ng/ml, mientras que, en la población menor de 65 años, el déficit alcanza aproximadamente al 40%1.

«Uno de los factores que puede contribuir al aumento del déficit de vitamina D entre la población es la tendencia hacia jornadas laborales más prolongadas y una vida más sedentaria8«, explica la Dra. Pilar Niño, presidenta de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST). “Las polimialgias y la concentración en las tareas laborales en el lugar de trabajo pueden verse afectadas por el déficit de vitamina D en población laboral9. Por eso, en países como España, debido a la alta prevalencia de hipovitaminosis D existente1, creemos que es fundamental realizar un aporte extra de vitamina D de forma generalizada en algunos alimentos clave de la dieta, como ya se está realizando, sobre todo, en países del norte de Europa2detalla la Dra. Pilar Niño.

Incrementar la información es crucial para mitigar el déficit de vitamina D entre los empleados. La prematuridad, la pigmentación excesiva de la piel, la escasa exposición solar, la obesidad, los problemas de absorción y la edad avanzada son factores de riesgo reconocidos para desarrollar deficiencia de vitamina D10.

En opinión de la Dra. Niño, “a pesar de que las recomendaciones de las diferentes sociedades científicas no lo avalan, en España, teniendo en cuenta la gran prevalencia de déficit de vitamina D en la población general, quizás sería conveniente incluir la detección analítica de vitamina D como procedimiento habitual en las revisiones y reconocimientos periódicos que se realizan a los empleados en las empresas, ya que podría ser un procedimiento coste efectivo, según mi valoración personal y experiencia profesional, que podría resultar muy importante en la labor de Promoción de la Salud3”.

La Dra. Niño destaca que la suplementación con vitamina D es segura cuando se administra correctamente. Desde la perspectiva laboral, es importante subrayar que este tratamiento no afecta la capacidad de conducir u operar maquinaria, por ejemplo, y ofrece beneficios para la salud de los trabajadores.

Y es que diversos estudios han mostrado que la prevalencia de muchas enfermedades, como determinados tipos de cánceres11, la enfermedad inflamatoria intestinal, la esclerosis múltiple12, la artritis reumatoide13, la diabetes tipo 1 y, por supuesto, la osteoporosis, muestran variaciones geográficas, con una mayor prevalencia en latitudes más al norte respecto de aquellas más al sur14.  Estas observaciones han llevado a pensar que la insuficiencia de vitamina D podría por tanto estar implicada en su patogénesis, así como influir en su pronóstico15.

Varias investigaciones han destacado el posible impacto adverso de la deficiencia de vitamina D en diversos tejidos, incluyendo el sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema inmune. Se ha observado que la deficiencia de vitamina D puede influir en la producción de citoquinas antiinflamatorias y en la protección contra enfermedades autoinmunes o inflamatorias, entre otros efectos16.

Como conclusión, el uso de vitamina D es seguro y recomendable siempre y cuando se indique de forma adecuada, se use de forma correcta e individualizada, y se realice el correcto seguimiento del paciente3.

Referencias:

  1. Varsavsky M, Rozas Moreno P, Becerra Fernández A, Luque Fernández I, Quesada Gómez JM, Ávila Rubio V, García Martín A, Cortés Berdonces M, Naf Cortés S, Romero Muñoz M, Reyes García R, Esteban Jódar Gimeno, Manuel Muñoz Torres, en representación del Grupo de Trabajo de Osteoporosis y Metabolismo Mineral de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Recomendaciones de vitamina D para la población general. Endocrinol Diabetes Nutr. 2017; 64(S1).7-14
  2. Ubaldi F, Montanari E, Margarucci LM, Caprara C, Gianfranceschi G, Scaramucci E, Piccolella A, Valeriani F, Romano Spica V. Vitamin D status and COVID-19 prevention in a worker subgroup in Italy. Work. 2023;75(2):391-400. doi: 10.3233/WOR-220387. PMID: 36641729
  3. Trends in AP SEMERGEN: Vitamina D y Salud Extraósea, pag.20-24. Disponible en: https://semergen.es/files/docs/grupos/gestionMedicamento/vitaminaSaludExtraosea.pdf
  4. Bouillon R., Marcocci C., Carmeliet G., Bikle D., White J.W., Dawson-Hughes B, et al. Skeletal and extraskeletal actions of vitamin D: current evidence and outstanding questions. Endocr Rev. 2019;40(4):1109-51
  5. Plum, L.A.; DeLuca, H.F. Vitamin D, disease and therapeutic opportunities. Nat. Rev. Drug Discov. 2010, 9, 941–955.
  6. Zmijewski, M.A. Vitamin D and Human Health. Int. J. Mol. Sci. 2019, 20, 10145.
  7. Navarro Valverde C., Quesada Gómez J.M. Deficiencia de vitamina D en España. ¿Realidad o mito? Rev Osteoporos Metab Miner vol.6 supl.1 Madrid mar. 2014 https://dx.doi.org/10.4321/S1889 836X2014000500002
  8. Estudios de la OMS, NIOSH. Salud en el Trabajo: importancia de las pausas activas de la OMS.
  9. Pérez Bermúdez Brígido, Aranda Vizcaíno M. Antonio, Rodríguez de Cía Javier, Corvalán Prano Carolina, Fernández Felipe Carmen. Prevalencia de hipovitaminosis D en población trabajadora sanitaria. Med. segur. trab.  [Internet]. 2012  Dic [citado  2024  Mar  10] ;  58( 229 ): 335-344. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2012000400006&lng=es
  10. Holick MF. Vitamin D deficiency. N Engl J Med. 2007 Jul 19;357(3):266-81.
  11. W. Grant. An ecologic study of cancer mortality rates in Spain with respect to indices of solar UVB irradiance and smoking. Int J Cancer, 120 (2007), pp. 1123-1128
  12. I.A. Van der Mei, A.L. Ponsonby, L. Blizzard, T. Dwyer. Regional variation in multiple sclerosis prevalence in Australia and its association with ambient ultraviolet radiation. Neuroepidemiology, 20 (2001), pp. 168-174
  13. M. Cantorna, B. Mahon. Mounting evidence for vitamin D as an environmental factor affecting autoimmune disease prevalence. Exp Biol Med (Maywood), 229 (2004), pp. 1136-1142
  14. M. Holick. Vitamin D: A millennium perspective. J Cell Biochem, 88 (2003), pp. 296-307
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  16. Souberbielle JC, Body JJ, Lappe JM, Plebani M, Shoenfeld Y, Wang TJ, et al. Vitamin D and musculoskeletal health, cardiovascular disease, autoimmunity and cancer: Recommendations for clinical practice. Autoimmun Rev. 2010;9(11):709-15. DOI: 10.1016/j.autrev.2010.06.009.